Informe PISA 2022. Entre el escándalo y la desestimación

 

El 5 de diciembre de 2023 se publicaron los resultados de la última prueba del Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes (por sus siglas en inglés, PISA), el cual es un proyecto para evaluar habilidades de lectura, matemáticas y ciencias en estudiantes que rondan los 15-16 años y están terminando la educación básica de estudios. Dicho proyecto es iniciativa de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la cual es uno de los organismos internacionales rectores de la economía del sistema mundial. Por lo tanto, sin más, PISA concibe y mide lo educativo desde un sesgo económico, o sea: las competencias del nuevo capital humano.

Pues bien, los resultados obtenidos por nuestros estudiantes nos ubican en la tabla baja de los países a los que se le aplico la prueba (lugar 51 de 81) y casi en el fondo si solamente tomamos en cuenta a los países miembro de la OCDE (lugar 35 de 37). Por supuesto no ha faltado quien haga escarnio y escándalo de dichos resultados, tal es el caso de un excandidato del PAN a la presidencia de México o la organización Mexicanos Primero, que vaya descaro y cinismo el que tienen, pues siendo justos, desde la primera aplicación de la prueba en el año 2000, México siempre estuvo en el último lugar (Moreno, 2016) o entre los últimos lugares de los países miembros de la OCDE y, en general, siempre ha estado en la tabla baja de los países a los que se le aplica la prueba (Infobae, 2019). Estamos diciendo que en los sexenios panistas y en el anterior priista, justamente cuando la organización Mexicanos Primero tuvo una influencia decisiva en las políticas educativas y en la reforma educativa 2013, los resultados fueron muy negativos. Aunque ahora, apostando a la desmemoria colectiva, salgan a decir -sin siquiera ruborizarse- que la administración actual es la que ha destruido la educación, a pesar que ha sido una tendencia a la baja desde su medición inicial.

Ahora bien, si en lugar de utilizar la información del informe PISA 2022 (OECD, 2023) de manera simplona y maliciosa o con fines partidistas y electorales y, dejáramos de pensar cada emisión en qué lugar quedamos, ya que es totalmente irrelevante y nos lleva hacer comparaciones estériles, de una ingenuidad o ignorancia supina y, realmente nos ocupáramos en entender qué dicen los resultados sobre México, eso sí nos permitiría formular estrategias de cambio.

En este año el informe nos muestra una marcada afectación en el panorama educativo mundial. El descenso generalizado en los resultados globales y el desajuste entre los propósitos y logros escolares en todos los países evaluados nos demuestran que hay una falla global de los sistemas educativos empezando por los países más ricos y desarrollados, a causa del tremendo impacto del covid 19 y de las formas desiguales en las que afecto a los diferentes países. Viendo así los datos, incluso podríamos pensar que no nos fue tan mal, pues muchos países punteros tuvieron un descenso dramático en sus resultados con respecto a la medición anterior y ese no es el caso de México que, aunque a la baja, mantuvo cierta estabilidad. Como bien dice Felipe Martínez Rizo (2023):

Toda persona informada debería tener claro que el sistema educativo de México no es de los mejores del mundo, pero tampoco de los peores; tiene un nivel medio —congruente con su desarrollo general— y con el lugar del país en ordenamientos como los basados en el PIB per cápita o el Índice de Desarrollo Humano.

Por eso pensemos con detenimiento qué provecho podemos sacar de los datos de la prueba PISA. Que si parte de una visión reductiva de la educación, claro que si; que si no contempla los contextos y las diferencias geopolíticas de los países participantes, pues no, no lo hace, es una prueba estandarizada que mide de acuerdo a los intereses de la agencia que la produjo, sin embargo, no podemos darnos el lujo de prescindir de estos informes, por la simple razón de que nos permiten conocer el pulso y el impulso de la ponderación económica global y su direccionalidad. Pueden decir que no es suficiente para entender la realidad educativa mexicana, claro que no lo es, pero eso no significa que se tenga que desechar estas y otras mediciones. En concreto, no podemos basarnos solamente en ellas como lo han hecho otras administraciones, tenemos que tener nuestros propios mecanismos, indicadores e instrumentos de evaluación que tomen en cuanta nuestro contexto y especificidad diversa, pero tampoco podemos desestimarlas, tal como lo hace la actual administración de la 4t y la SEP; eso nos vuelve ciegos frente a la realidad global a la que también pertenecemos. Como dice el dicho: ni tanto que queme al santo ni tanto que no lo alumbre.

 

Referencias

-Infobae. (2019-12-03). La educación mexicana no mejora, dice el reporte PISA 2018. Infobae. https://www.infobae.com/america/mexico/2019/12/03/la-educacion-mexicana-no-mejora-dice-el-reporte-pisa-2018/

-Martínez, F. (2023-12-03). ¿Qué dice PISA 2022 sobre México?. Nexos. https://educacion.nexos.com.mx/que-dice-pisa-2022-sobre-mexico/

-Moreno, T. (2016-12-06). OCDE: México, 15 años en el último lugar de educación. El Universal. http://www.eluniversal.com.mx/articulo/nacion/sociedad/2016/12/6/ocde-mexico-15-anos-en-el-ultimo-lugar-de-educacion

-OECD. (2023). PISA 2022 Results: Factsheets, México. https://www.oecd.org/publication/pisa-2022-results/country-notes/mexico-519eaf88/#chapter-d1e11

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