Aprender a continuar
Salgo de la casa, subo al coche y me dirijo al lugar habitual donde las letras me deforman, me transforman, me transportan.
Tengo dolor de cabeza y antes de llegar detecto también, un dolor en el estómago, es una punzada en el costado izquierdo; me concentro en el dolor y logro entender que esto es la causa del malestar general que cargaba, pero que por estar tan absorto en mis pensamientos no me había percatado claramente de la afección.
Luego pienso: "¡Claro! es el último síntoma del desencanto y de la conciencia del fin..."
Entonces, llego al lugar, entro al baño a orinar, salgo y me siento en el gabinete contiguo al que habitualmente me siento. Pido mi café, saco mi cuaderno y un libro, empiezo a escribir y mientras escribo el malestar se desvanece.
"Quizás he aprendido a continuar... "
Tengo dolor de cabeza y antes de llegar detecto también, un dolor en el estómago, es una punzada en el costado izquierdo; me concentro en el dolor y logro entender que esto es la causa del malestar general que cargaba, pero que por estar tan absorto en mis pensamientos no me había percatado claramente de la afección.
Luego pienso: "¡Claro! es el último síntoma del desencanto y de la conciencia del fin..."
Entonces, llego al lugar, entro al baño a orinar, salgo y me siento en el gabinete contiguo al que habitualmente me siento. Pido mi café, saco mi cuaderno y un libro, empiezo a escribir y mientras escribo el malestar se desvanece.
"Quizás he aprendido a continuar... "
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