(E)LECCIONES 2012



De todas las conclusiones que se pueden sacar del proceso electoral que hemos presenciado durante este año; desde el arranque de las precandidaturas, la postulación oficial de candidatos por parte de cada partido, las campañas electorales, los traspiés de los contendientes, el juego sucio, los debates, la irrupción de los jóvenes en el proceso, el papel de los medios de(s)información, hasta el día de la votación, considero relevante extraer aquellas que nos sirven para continuar con la construcción de la Democracia y la reivindicación política, particularmente de la sociedad civil, es decir, visualizar sobre todo las grandes lecciones, muchas de ellas no nuevas, pero si olvidadas o culturalmente no aprehendidas.
En primer lugar este tiempo nos ha hecho recordar algo que ya hace algunas décadas nos planteaba Lyotard en su texto La Condición Postmoderna, en el cual afirma que en las sociedades de la informática el saber cambia de estatus y se convierte en mercancía en forma de información, y que ésta mercantilización del saber/información sería parte fundamental en la competencia por el poder a nivel mundial, es decir, el saber en las sociedades de la información es indisociable a la cuestión del gobierno. Lo anterior queda comprobado, con la apuesta mercadológica, publicitaria y mediática que se ha hecho, ya desde hace largo tiempo, en las contiendas electorales de muchas partes del mundo, aunque acentuado en la última década. Específicamente en México, el caso de Enrique Peña Nieto es ilustrativo, ya que con la compra de las televisoras, radiodifusoras, periódicos y casas encuestadoras más importantes, (evidenciado por el periódico inglés The Guardian, aunque acusado anteriormente por sus contrincantes, pero sobre todo por el Movimiento #YoSoy132 que surge justamente por la manipulación y favoritismo mediático del duopolio televisivo en México) le permitieron crear una tendencia a su favor y, finalmente, el triunfo. El punto es que la mercantilización de la información, da cabida a su manipulación o uso tendencioso, y el que controla la información, efectivamente, tiene el poder.

Sin embargo, y a pesar de lo anterior, también pudimos darnos cuenta que a falta de información veraz en los medios de comunicación tradicionales, existe la posibilidad del Internet, un espacio incontrolable y que puede informar alternativamente. No estoy afirmando que la información de la red no necesite filtración, es decir, saber que buscar, elegir la información más veraz e interpretar los cambios abruptos de información, sin embargo no deja de ser, sobre todo las redes sociales, plataformas importantes de información y organización, como quedó demostrado con la aparición del movimiento #YoSoy132, su propagación, el logro del apoyo nacional interuniversitario, la organización de sus integrantes y de las acciones que realizarían hasta el día de la votación, incluyendo la realización de un debate con los candidatos a la presidencia, hecho inédito como muchos otros que generó el movimiento y que devolvieron la esperanza, el ánimo y el sentido de lucha a muchos que vivíamos en el pesimismo y apatía total, en la indefensión y sin sentido.

En segundo lugar y gracias, principalmente, a la toma de las calles del movimiento estudiantil, redescubrimos que la Democracia no es sólo una cuestión de votos, de calcular mayorías y minorías, no es una cuestión exclusiva de las instituciones, sino que es una forma de organización social que, por lo tanto, requiere de la participación de la sociedad, pero no sólo en momentos específicos o delimitados por las agendas administrativo-institucionales, sino como el espíritu de nuestras acciones, que de lo contrario nos quita la posibilidad de construir nuestro país, nuestro futuro y nuestra vida en conjunto y relación con los Otros. También redescubrimos que a pesar de la crisis de representación de los sistemas partidistas y de las instituciones del Estado, es posible reivindicar la política como espacio en el que se construye la historia y en el que los sujetos conscientes de su realidad se apoderan del espacio público para dialogar, consensar, debatir, manifestarse, inconformarse o apoyar el proyecto o ideas que prefiera, y esto nos recuerda que la política no es exclusiva de las instituciones o grupos partidistas, sino que es de quien la considera necesaria en y para la construcción del porvenir. 

El movimiento #YoSoy132 ya forma parte de la construcción de nuestra historia reciente, le ha dado un giro a lo que venía ocurriendo y ha puesto en la palestra muchos de los temas y problemáticas más acuciantes de nuestra realidad, ha detenido la impunidad y el cinismo con que las televisoras (Televisa y Tv Azteca) manejaban  y manipulaban la información y le está mostrando el camino a la gente, sobre todo a las generaciones que vienen, de cómo se puede organizar la sociedad y lograr efectos, aunque también queda demostrado que si no es constante el trabajo, la participación y la vigilancia, puede ya no darnos tiempo de lograr lo que se quiere (como el objetivo de evitar que quedara EPN como presidente y el PRI regresara al poder); una lección que también debe aprehender la izquierda mexicana, también otra fundamental, a saber: que es imprescindible y necesario que hagan una autoevaluación, una autocrítica drástica, porque está claro el papel histórico que quieren desempeñar en México, han perdido posición, credibilidad y está diluida su participación en la construcción nacional, de hecho ha sido coparticipe, del triunfo del PRI.
Estás y otras lecciones nos ha dejado esta Elección 2012, la pregunta es: ¿Realmente el regreso del PRI a los pinos conlleva el RIP México como dicen los twitteros? Posiblemente, pero no es posible cambiar las cosas con una visión fatalista. El hecho de que EPN sea nuestro presidente debe de motivar (y eso ya no sólo a los estudiantes) a toda la sociedad civil a actuar, vigilar y hacer cumplir las promesas hechas en campaña, pero sobre todo, exigir la atención a las problemáticas más graves e imprescindibles de resolución en el país, y nunca olvidar que la gente del poder jamás descansa, por lo que en consecuencia no podemos dejar de hacer lo que nos corresponde.           



“Si hay imposición, habrá revolución” coreaban con euforia los integrantes del movimiento 132 en sus marchas. De acuerdo, pero lo importante ahora es entender los mecanismos que se utilizaron para la imposición, las maneras y los medios, y qué tanto fuimos cómplices de dicha imposición. También tomar conciencia que la revolución ya se dio, que la revolución ya tuvo lugar, pues como diría Marx, la revolución empieza en el pensamiento y la calidad de pensamiento mostrado en el despertar estudiantil de México, en la primavera mexicana, es transformadora. Esa es la revolución y el sentido que debe continuar el movimiento #YoSoy132 y esa es la lucha a la que me suscribo.    

Comentarios

  1. estoi totalmente deacuerdo...!!
    el movimiento.. la lucha.. las ganas de un mejor México no se kedan en las eleeciones
    sigamos alzando la voz..!!

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